• Estado: Bueno.
• Colección Austral, nº 965, 2ª edición.

Xavier Rousselot nació en Metz en 1805, ignorándose lo fecha de su muerte. Después de haber cursado estudios en su ciudad natal y en Luxemburgo, se dedicó al profesorado, desempeñando en 1830 la cátedra de filosofía en el colegio de Troyes.
Autor de importantes libros, la obra que le otorgó mayor fama fueron los tres volúmenes en los que historió y analizó la Filosofía en la Edad Media y de los cuales este libro recoge tres capítulos completos -San Alberto, Santo Tomás y San Buenaventura- en una excelente traducción debido al escritor y critico español Manuel Graneli, quien ha escrito también el prólogo.
Rousselot, que está considerado como uno de los precursores de la moderna tendencia revisionisto del medioevo, escudriñó con amplia penetración y generosidad en esa época oscura -hierro y espíritu- que sirvió como fondo temporal a las figuras inmortales de estos tres Santos, de los que el primero, Alberto, nacido en las postrimerías del siglo XII, mereció el nombre de Magno por la diversidad de su genio: teólogo, dialéctico, metafísico, naturalista y "mágico", que era como se llamaba en su tiempo a los que investigaban los misterios de la alquimio, el secreto de lo vida. Entre sus discípulos hubo uno, el absorto Tomás de Aquino, de noble familia italiana, que le sobrepasó, y llegó o ser, como dice Rousselot, "el más imponente de todo su siglo", señalándosele asimismo por su pureza vocacional como "el ángel de lo escuela".
Cierra esta magnífica trilogía Son Buenaventura, por quien, hallándose en peligro de muerte o la edad de Cuatro años, había rogado Son Francisco, exclamando al verle a salvo: "¡Oh, buona ventura!", adaptando para siempre ese nombre ese gran Santo cuyo vida «está en su filosofía, y su fllosotía en su moral».

• Estado: Bueno, con alguna falta en la sobrecubierta.
• Colección Austral, nº 686. Buenos Aires, 1947.

Nace el inmortal Miguel de Cervantes y Saavedra en octubre de 1547, y muere el 23 de abril de 1616. Fuera de que se ignora el lugar exacto de su nacimieno, aun cuando consta que fué bautizado en Alcalá de Henares, puede seguirse paso a paso, gracias a los documentos existentes, la vida del más grande escritor de la literatura española. Soldado en su juventud, participante de lo vida literaria en Madrid, encarcelado por deudos en Valladolid, vivió pobre y murió ignorando la gloria inextinguible que le tenía reservada la posteridad.
Autor de la primera gran novela moderna, que es después de la Biblia la mas leída y traducida en el mundo entero, acertó en ella a pintar el alma española quimérica y realista.
Ocho entremeses integran este volumen, plenos de vitalidad descriptiva y humor cervantino, sobresaliendo el «Rufián viuda», con sus mil malicias para escoger su amante entre las más graciosas y complacientes muchachas; «El juez de los divorcios», con su presentación de parejas que quieren desatar el indisoluble vínculo y entre los que descuellan el Vejete y Mariana, su mujer, que al ser interrogada par la causa que motiva su petición alega sencillamente: «el invierno de mi marido y la primavera de mi edad», y el cirujano y su mujer, que protesta porque creyó casarse con ernédico de pulso y renació cirujanos, lo que por lo visto era cosa muy diferente.